la nostalgia
efectos secundarios, anatomía y mutaciones
¿No es irónico que la felicidad traiga tristeza? ¿De qué me sirve este goce en mis manos si, después, lo arañaré con el afán de retenerlo conmigo entre sollozos cuando el tiempo me lo arrebate y solo quede el recuerdo? Pasaré más tiempo extrañándolo que viviéndolo.
La nostalgia en su (impresentable) forma original, tiene pies veloces para seguirme a todas partes, pero no cabeza. Aunque parezca discordante decirlo, es erráticamente una olvidadiza selectiva: me convence de que todo tiempo pasado fue mejor, incluso si en aquel entonces era igual o más miserable. Recuerda únicamente recortes de la realidad. Sus dedos son pinceles, y se encarga de pintar las memorias de distintos colores para pensar en aquellas situaciones una y otra vez desde diferentes aspectos. Revivir es lo que busca. Niega la muerte de lo que ya pasó. Se cree eterna y estática.
La nostalgia es un fenómeno de clase alta; su aparición ocurre únicamente en circunstancias enriquecidas por un corazón altamente receptivo. Se sienta sobre privilegios mundanos (como aquella vez que disfruté una salida con una querida amiga que ahora hace mucho tiempo no veo) y se alimenta devorando fotografías viejas que, eventualmente, termina vomitando. No importa la mutación que adopte: en el centro de su forma siempre reside el duelo.
El duelo es lo que late dentro de ella. Es su núcleo y su nudo. La nostalgia no puede sobrevivir sin él. El nudo no le permite aceptar en su ser objetos de aprecio presentes. No comprende de actualidad. Es importante que el duelo no consiga su adaptación en el ahora porque entonces, la nostalgia peligra.
Los otros factores y características de la nostalgia varían según la forma en que decida mutar. La mutación, vagamente mencionada antes, es su especialidad y el motivo por el cual es tan difícil definirla. Se camufla en el museo de cosas adoradas que fueron y ya no son. Se apropia y no devuelve porque pierde. Su metamorfosis nunca es estable. La nostalgia, en mi caso, fue la mesa ratona donde merendaba con mi abuelo, la cama de mi primera mascota ya difunta, la palabra tachada en el cuaderno de papá, la pelota de fútbol abandonada de mi primo, el rosario de mi abuela, la silla vacía en Navidad, las risas en secundaria de mis amigos y el peluche que dormía conmigo. También fue la cuna de mi hermana recién nacida y la ropa que vestía mi madre en sus veinte, que solo veo en álbumes.
La nostalgia es detestada y padecida, aún así, yo no creo que sea villana. La nostalgia es amor que envejeció mal. Amor huérfano. Amor que perdió el rastro temporal una vez y ahora ocupa un molesto espacio en un rincón que podría ser para una entidad nueva.
La nostalgia es una polilla entre todos los tipos de amores que son mariposas.



Que manera más hermosa y sublime de plasmar un sentir y un pensamiento, me sentí cobijada.✨️
escribes bien bonitoooooo